22 septiembre, 2016
Dicen que los más grandes descubrimientos, aquellos que cambian por completo lo que pensábamos, se realizan por casualidad. Se trata de un lugar común, pero cuando el doctor Antoine Louveau, neurólogo de la Universidad de Virginia, miró a través de su microscopio supo enseguida que estaba ante algo grande.
El investigador estaba desarrollando un método para montar meninges de ratón –las membranas que cubren el cerebro– en una sola lámina, con el objetivo de poder examinarlas en el microscopio. Entonces tuvo su particular momento eureka. Nada más mirar las meninges se dio cuenta de que algo no era cómo debía ser: tenían vasos...